All that jazz!
A veces pienso que si alguien me viese interpretar números musicales en la soledad de la cocina de mi casa me moriría de vergüenza y dejaría de hacerlo por siempre jamás.
Pero es que no puedo evitarlo. Esta tarde me aburría, así que estaba escuchando música mientras me hacía la merienda, en pijama y con el pelo hecho un asco de dormir la siesta, y cuando quise darme cuenta estaba ejecutando una coreografía libre (aunque bastante inspirada) de Chicago...
C’mon babe
Why don’t we paint the town?
And all that jazz
I’m gonna rouge my knees
And roll my stockings down
And all that jazz...
Y de repente era Velma Kelly, y los flecos de mi vestido se movían al compás de los acordes de ’’All that jazz’’. O no sé, puede que imaginase que era una bailarina del coro, qué más da, si el número me estaba saliendo de muerte!!.... Hasta que me di cuenta de que las cortinas estaban abiertas de par en par y paré en seco, porque creo que prefiero que me trague la tierra antes de que me vea algún vecino. O algún amigo, o mi novio...
Recuerdo que una vez, hace unos años, entré una tarde en mi casa y como todo estaba en silencio, supuse que estaba sola. Así que hice una entrada triunfal en el salón cantando (no se me olvidará en la vida) ’’My name is Prince and I am funky/ My name is Prince the one and only’’...hasta que en medio de mi grito de guerra abrí los ojos y vi a mi hermano y a un amigo suyo sentados en el sofá y mirándome con los ojos y la boca muy abiertos, justo antes de estallar en una carcajada (y de que yo diese media vuelta y saliese de la habitación por donde había entrado, por supuesto interrumpiendo mi maravillosa interpretación).
Así que desde entonces tengo como un poco de sentido del ridículo...
Qué gran artista morirá conmigo!!!
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