16 de marzo de 2006

All that jazz!

A veces pienso que si alguien me viese interpretar números musicales en la soledad de la cocina de mi casa me moriría de vergüenza y dejaría de hacerlo por siempre jamás.

Pero es que no puedo evitarlo. Esta tarde me aburría, así que estaba escuchando música mientras me hacía la merienda, en pijama y con el pelo hecho un asco de dormir la siesta, y cuando quise darme cuenta estaba ejecutando una coreografía libre (aunque bastante inspirada) de Chicago...

C’mon babe
Why don’t we paint the town?
And all that jazz

I’m gonna rouge my knees
And roll my stockings down
And all that jazz...

Y de repente era Velma Kelly, y los flecos de mi vestido se movían al compás de los acordes de ’’All that jazz’’. O no sé, puede que imaginase que era una bailarina del coro, qué más da, si el número me estaba saliendo de muerte!!.... Hasta que me di cuenta de que las cortinas estaban abiertas de par en par y paré en seco, porque creo que prefiero que me trague la tierra antes de que me vea algún vecino. O algún amigo, o mi novio...

Recuerdo que una vez, hace unos años, entré una tarde en mi casa y como todo estaba en silencio, supuse que estaba sola. Así que hice una entrada triunfal en el salón cantando (no se me olvidará en la vida) ’’My name is Prince and I am funky/ My name is Prince the one and only’’...hasta que en medio de mi grito de guerra abrí los ojos y vi a mi hermano y a un amigo suyo sentados en el sofá y mirándome con los ojos y la boca muy abiertos, justo antes de estallar en una carcajada (y de que yo diese media vuelta y saliese de la habitación por donde había entrado, por supuesto interrumpiendo mi maravillosa interpretación).

Así que desde entonces tengo como un poco de sentido del ridículo...

Qué gran artista morirá conmigo!!!

8 de marzo de 2006

Chicken legs

Estos días, de repente y sin previo aviso me han salido patas de gallo en el ojo derecho. En principio no sería nada del otro mundo si no fuera porque se han plantado ahí sin avisar, sin ni siquiera un amago de arruguita, una raya o yo que sé, algo que me diese tiempo de reaccionar e irme corriendo a comprarme un contorno de ojos de Roc (promesas cumplidas) . Pero no, de repente tengo patas de gallo en un ojo (y no en los dos, que es lo más triste) y no sé cómo combatirlas.

Y sí, ya sé que tengo treinta años y tal, y que es lo normal de la edad (digo yo), pero es que con ventinueve y medio juraría que no tenía arrugas de ningún tipo. ¿Será alguna señal?. He estado pensando que puede que sea porque de un tiempo a esta parte estoy siendo más feliz de lo habitual en mí (que era nada) y bueno, ya se sabe que estas arrugas las da la felicidad y esas tonterías que se cuentan. Pues no sé, puede que sea cierto, porque cuando era una persona depresiva, llorona y preocupada por todo lo que no tenía que preocuparme creo que no tenía nada de esto. Que sería una cosa más por la que preocuparme...pero no, no tenía patas de gallo.

Y hace un rato estaba hablando contigo por teléfono y me miraba al espejo mientras observaba cómo me salían más patas de gallo a medida que me hacías más feliz. Y no me importó en absoluto.

P.D. De todas formas mañana me voy de urgencia a la farmacia y que me den algo efectivo o nunca más volveré a sonreir....grrrrrr!

1 de marzo de 2006

Fuentes


¿Por qué cada vez que escribo una nueva entrada en mi blog sale publicada una fuente de letra distinta?....

Me saca de quicio.